martes, 23 de agosto de 2011

incruenta.

Me pareció oír la otra noche un reportaje acerca de la «incruenta» guerra que se vive en Libia. ¿Incruenta?

Debe ser un error parecido al que se comete cuando se usa «insuceso» para hacer referencia a un suceso infortunado.

Como cualquier suceso puede ser afortunado o desgraciado, es un error (aparentemente de origen periodístico) agregarle la partícula «in» a la palabra «suceso» con la intención de darle una connotación triste o negativa.
No es redundante, simplemente es innecesario.

Si bien es cierto que hay guerras y batallas incruentas, que son aquellas donde no hay derramamiento de sangre, como algunas de las discusiones que se desarrollan en escenarios jurídicos o políticos, estoy seguro de que el periodista al que le oí el comentario tampoco sabía que la partícula «in» no hace más sangrienta una confrontación cruenta, sino todo lo contrario, la hace más pacífica. Quizá para ese periodista sean «insucesos» las muertes de la confrontación civil vigente en ese país.

Así, las noticias actuales de Libia suelen ser ejemplos de combates cruentos, muy cruentos, si se quiere, pero nunca incruentos.