martes, 5 de abril de 2011

Remángate / Arremángate




Una campaña promovida por la Asamblea General de las Naciones Unidas, a manera de silenciosa protesta contra la macabra idea de sembrar artefactos explosivos con el único objetivo de herir a alguien.

Las miles de víctimas que cobra este invento (hay cálculos que sugieren algo así como veinte mil al año en el mundo) suelen quedar discapacitadas, y resultan en amputaciones, lesiones en diversos órganos o la muerte. Las minas antipersonal son sumamente efectivas y suelen cumplir con la función para la que fueron diseñadas: lesionar a la población civil. Son bastante sensibles y se activan con muy poco peso, razón por la cual muchos de los lesionados son niños.

El 4 de abril se ha establecido como la fecha para tomar conciencia de este flagelo. La manera de protestar es muy sencilla: basta con recoger una de las mangas del pantalón, como recordatorio del principal objetivo de estas minas explosivas, evocado por su terrible nombre de «quiebrapatas».

Creo que las mentes enfermas que siguen con esta práctica de sembrar terror no se conmoverán en lo absoluto con la convocatoria anual a protestar. Tampoco se recuperarán de sus lesiones las víctimas, que se han calculado también como una cada veinte minutos. Pero la forma de protestar resulta tan sencilla, que bien puede uno manifestar su rechazo y dolor con la simple maniobra de remangarse, un solo día al año.

¿Remangar o arremangar? Ambas son correctas y han sido aprobadas por la RAE, se pueden consultar en sus diccionarios, el de la lengua española, el panhispánico de dudas y el de americanismos, con algunas variaciones regionales en sus significados y acepciones. Lo importante es solidarizarse. Si no te remangaste esta vez, recuerda arremangarte el año entrante.