martes, 30 de octubre de 2007

Halloween

HALLOWEEN
Aunque ni la palabra Halloween ni su versión castellanizada jalouín han sido incluidas en la última edición del diccionario de la Real Academia Española, cada vez es más conocida en nuestro idioma, y cada año encontramos mayores manifestaciones de esta influencia cultural foránea. Ante la presencia casi inevitable de brujas, calabazas y disfraces, vale la pena conocer algo del origen de esta antiquísima festividad:
Según la creencia, en la Antigüedad, en Bretaña, Escocia e Irlanda, en el último día del calendario celta y anglosajón, el 31 de octubre, las almas de los muertos visitaban sus casas, en compañía de brujas y espíritus. Para ahuyentar a los más malignos espíritus, se encendían grandes hogueras en lo alto de las colinas. El cristianismo dictaminó que el 1º de noviembre fuera el día de Todos los Santos; por supuesto, el 31 de octubre pasó a ser la víspera de todos los santos (All Saints’eve). En inglés antiguo, hallow (que, como el vocablo holy, proviene del germánico khailag) significaba «santo» o «sagrado»; la fiesta se conoció como hallowe’en, que derivó de All Hallow’s eve.
Según la Enciclopedia de las Cosas que Nunca Existieron:
«La multitud de espíritus errantes crea una atmósfera ideal para toda clase de actividades ocultistas. Los gritos y risas de las brujas llenan el aire de la noche, bandadas de ellas vuelan al último Sabbat del año. Las hadas raptan a las esposas jóvenes y se llevan a los niños de de sus cunas; toda clase de fantasmas murmuran y gimen junto a las puertas y ventanas. Manos esqueléticas salen de antiguas tumbas.
Todas estas tensiones sobrenaturales crean un espléndido ambiente para la adivinación y la predicción del futuro. Los lectores de bolas de cristal tienen más trabajo que en cualquier otra época del año. Las mejores predicciones son las que hacen las gitanas en las puertas de las iglesias. Los mortales deben hacer celebraciones muy ruidosas y bailar alrededor de las casas y graneros; deben apedrear las casas de las brujas y dar alimento y bebida abundante a los niños y a los pobres. Para alejar a los acechantes nocturnos, el Hallowe’en debe ser muy estruendoso.»
Las tradiciones de halloween se fueron transformando en juegos infantiles, que llegaron a los Estados Unidos en el siglo XIX a través de los inmigrantes irlandeses. Para algunos, la diseminación de la celebración celta llamada Samhain entre los países hispanohablantes, se agudizó en 1978, gracias a la película Halloween, escrita y dirigida por John Carpenter, y protagonizada por Donald Pleasance y Jamie Lee Curtis.
No hace falta comentar acerca de la calidad de esta película, ni acerca de todas las versiones que le han seguido: Halloween II (1981), dirigida por Rick Rosenthal; Halloween 3 - Temporada de Brujas (1982), dirigida por Tommy Lee Wallace; Halloween 4 - El regreso de Michael Myers (1988), dirigida por Dwight H. Little; Halloween 5 - La Venganza de Michael Myers (1989), dirigida por Dominique Othenin-Girard; Halloween 6 - La maldición de Michael Myers (1995), dirigida por Joe Chappelle; Halloween 7 (H20)- Veinte años después o La venganza de Laurie (1998), dirigida por Steve Miner; Halloween 8 Resurrección (2002), dirigida por Rick Rosenthal, Halloween 9 - Retribución (2006), dirigida por Takahashi Miike. Y como para no perdérsela, la última versión, recientemente estrenada en los Estados Unidos: Halloween – El Destino del Mal (2007), dirigida por Rob Zombie.

Lecturas Recomendadas

Soca R. La fascinante historia de las palabras. Associação Cultural Antonio de Nebrija, Rio de Janeiro, 2004.
Page M, Ingpen R: La Enciclopedia de las Cosas que Nunca Existieron. E.G. Anaya, Madrid, 1988.
Del Hoyo A: Diccionario de palabras y frases extranjeras. 3ª Edición, Santillana Ediciones Generales, S.L., Suma de Letras, S.L., Madrid, 2000.
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